En la teoría el concepto de unas aletas de buceo es muy simple. Sin embargo, en la práctica, posiblemente te haya sorprendido la gran cantidad de diseños y opciones que hay disponibles en el mercado.
Y aunque son una parte del equipo en la que no se suele reflexionar demasiado, lo cierto es que la elección de las aletas correctas importa. Pues estas van a influir mucho tanto en tu disfrute bajo el agua como en tu aprendizaje de las técnicas de aleteo.
Por ello, en esta guía te vamos a ayudar a entender mejor las ventajas e inconvenientes de cada tipo de aleta y las características en las que debes fijarte, para que te hagan la vida más fácil… ¡al menos la vida submarina!
Las aletas de buceo
Partes de una aleta
Vamos a explicar brevemente las partes más importantes de una aleta:
- Pala: Es la parte principal que proporciona la propulsión al buceador. Es una superficie más o menos plana que puede ser de distintos tamaños y materiales.
- Calzante: Es el “bolsillo” donde el buceador introduce el pie, puede tener formas ligeramente distintas.
- Tiras o correa: Fija el pie del buceador dentro del calzante. Lo más habitual es que sean de goma.
- Clips o hebillas: Unen la tira al resto de la aleta mediante un enganche, que puede ser fijo o en ocasiones se puede abrir.
- Canales: Hacen circular el agua a lo largo de la pala favoreciendo la hidrodinámica y la potencia al aletear. Algunos modelos también incorporan agujeros para que el agua fluya a través.
¿Comprar o alquilar tus aletas de buceo?
En mi opinión las aletas son un componente muy personal. Pues usar unas aletas con las que no estés familiarizado puede llegar a incomodarte mucho durante una inmersión. Especialmente cuando estás muy acostumbrado a un modelo específico.
Si además tenemos en cuenta que te serán de utilidad para hacer esnórkel, creo que es una de las partes del equipo que conviene adquirir cuanto antes. Así podrás bucear siempre con las mismas y acostumbrarte mejor a ellas.
Por otro lado, para transportarlas resultan bastante aparatosas. Por lo que si solo buceas muy ocasionalmente en viajes, podría ser suficiente con alquilarlas en el centro de buceo.
Tipos de aletas de buceo
Esta división se basa principalmente en el tipo de buceo al que están enfocadas:
Aletas de talón abierto o regulables
Como su nombre indica la parte del talón se encuentra abierta. De manera que es necesario una tira para ajustarla correctamente al pie y evitar que se mueva.
Son las más comunes en la mayoría de lugares, por su fácil capacidad de ajuste a distintos tamaños de pie. Normalmente es necesario usarlas con unas botas de neopreno.
Aletas de talón cerrado
El calzante para el pie es completamente cerrado, de manera que no tienen la correa trasera y se usan sobre el pie descalzo. Gracias a ello no es necesario usar botas, pero solo son adecuadas para aguas cálidas.
Además, es muy importante que ajusten perfectamente al tamaño y forma del pie, ya que no se pueden regular o ajustar.
Aletas de apnea o freediving
Son considerablemente más largas que las aletas anteriores. Esto proporciona una resistencia extra que hace que el buceador recorra una mayor distancia con menos aleteos.
Debido a esto son ideales para el buceo en apnea, sin embargo, este diseño reduce su maniobrabilidad. Por ello aunque han ganado popularidad en los últimos años, pocos buceadores las usan para el buceo con botella.
Aletas de buceo técnico
Tradicionalmente usadas en entornos cerrados por su menor tamaño de pala y su gran capacidad para distintas técnicas de aleteo, como giros, aleteo hacia atrás, etc.
Por supuesto se pueden usar para cualquier tipo de buceo, pero suelen tener un precio algo más elevado que otros modelos. Al mismo tiempo, son de materiales de alta gama y muy duraderas, por lo que muchos buceadores recreativos las prefieren a otros modelos.
En qué fijarte para elegir tus aletas de buceo
Vamos a hablar ahora de los puntos más importantes en los que debes fijarte para elegir unas aletas, tanto características personales como específicas de las aletas. Te darás cuenta de que todo se relaciona estrechamente.
Comodidad y talla
Por supuesto, como con cualquier componente de tu equipo, debes sentirte totalmente cómodo con tus aletas, como si fueran una extensión de tu pie. Lo ideal sería siempre poder probar distintos modelos bajo el agua hasta que tengas más o menos claro cuáles se adaptan mejor a tu pie.
En cuanto a la talla, es fundamental que sea correcta, especialmente en aletas de talón cerrado, pues no podrás regularlas. Más info abajo sobre como probarte unas aletas.
Uso y tipo de buceo
Cada tipo de aleta es más adecuado para un tipo de buceo específico, por lo que es un factor muy importante a tener en cuenta el uso que les vas a dar.
Si buceas en aguas frías habitualmente, no debes pensar en unas aletas de talón cerrado, pues no podrás protegerte el pie con una bota.
Si, por ejemplo, haces inmersiones en lugares con corrientes, es conveniente unas aletas bastante rígidas, que te proporcionen mayor potencia en la patada.
Mientras que si estás considerando bucear en pecios o cuevas, unas aletas de buceo técnico serán las más adecuadas, debido a su menor tamaño para entornos cerrados.
Peso de la aleta y flotabilidad
Un punto muy importante es el peso de las aletas y su flotabilidad en el agua. Ten en cuenta que esto va a afectar enormemente a la flotabilidad de tus piernas y por tanto a tu posición bajo el agua.
Algunos modelos son conocidos por su ligereza y flotabilidad neutra en el agua. Mientras que otras están diseñadas para buceo con traje seco y son bastante pesadas, para contrarrestar la flotabilidad positiva del traje.
Es importante tener en cuenta que, por lo general, unas aletas muy pesadas no son indicadas para un/a buceador/a con piernas muy pequeñas, pues pueden resultar demasiado “duras” para aletear.
El peso de las aletas también es un factor a considerar si viajas habitualmente con ellas a destinos de buceo en el extranjero.
Técnicas de aleteo
Según la manera en que aletees, ciertos modelos pueden ser más aconsejables que otros, pues están diseñadas para favorecer cierto tipo de patada.
Unas aletas muy flexibles pueden darte rapidez de movimiento aleteando a “tijera” o crol, pero te darán poco impulso si realizas un aleteo de rana.
Si tienes costumbre de hacer técnicas algo avanzadas como el “giro de helicóptero” o aleteo hacia atrás, unas aletas de tipo buceo técnico te ayudarán (ligeramente).
Otras consideraciones de las aletas de buceo
Tipo de clips y correa
En las aletas regulables, lo habitual es que la tira sea de goma y se ajuste mediante unos clips, similares a los de la máscara de buceo. Es importante que sean resistentes y es conveniente que tengan un sistema de apertura rápida.
En algunos modelos estas se han sustituido por muelles o gomas elásticas (también llamadas bungees). Estos resultan más fáciles y rápidos de poner y quitar.
Rigidez y tamaño de la pala
Además de afectar a la técnica y potencia del aleteo, la dureza y tamaño de la pala también es una decisión muy personal de cada buceador.
En ocasiones incluso en el mismo modelo existen más de una opción de rigidez, lo cual afecta también a su flotabilidad. Esta depende directamente del material en el que esté construida y su densidad.
Diseño y color
Aunque no afecte directamente a su función, a la mayoría de buceadores les interesa tener unas aletas de un diseño y color atractivo, o incluso a juego con el resto de su equipo.
Hoy en día es fácil encontrar gran variedad de diseños y combinaciones de colores. Incluso dentro del mismo modelo de aleta, para que se adapten a tu gusto.
Cómo probarte las aletas de buceo y elegir tu talla
Las aletas de buceo vienen en tallas, que suelen ir de S a XXL, pero estas no siempre son un indicativo exacto, pues cambian entre marcas y modelos. Por ejemplo, es muy posible que en una marca tu talla sea la R (Regular) mientras que en otra sea una XL.
Comprueba el ajuste y la talla de tus aletas con estos sencillos pasos:
1 – Ten siempre en cuenta si vas a llevar una bota o escarpín y de qué grosor, si es así, debes probarte la aleta llevándola puesta.
2 – Siéntate, introduce el pie dentro del calzante y ajusta la tira (en aletas regulables). Debe entrar de una manera fácil hasta que toque con la bota, sin esfuerzo y sin comprimirte el antepié.
3 – Levanta la aleta y muévela lateralmente, asegúrate de que el pie no se mueve de lado a lado dentro del calzante. Haz movimientos como si aletearas y comprueba que la aleta no “baila” ni te roza la parte de los dedos ni el antepié.
4 – En aletas regulables, la “suela” de la aleta debe entrar hasta aproximadamente la mitad del talón. Y en la parte superior, el borde debe quedar sobre la parte protegida de la bota, que suelen tener un recubrimiento especial para evitar rozaduras en esa zona.
5 – Por último, comprueba que la tira o el muelle (en aletas regulables) queda bien ajustada en tu talón, haciendo cierta presión pero sin excesiva tensión. Puedes probar a ponerte ligeramente de puntillas para asegurarte que la tira no se mueve. Habitualmente también hay una parte con protección extra en las botas para la tira.
Siguiendo estos pases deberías tener un buen ajuste, que no solo te dará comodidad al aletear, sino que también te evitarás rozaduras y ampollas. Aunque, desgraciadamente, estas son habituales tras varios días de buceo.
Consejos finales para elegir tus aletas de buceo
- Es muy importante pensar en la temperatura del agua en el que vas a usar tus aletas y que se puedan adaptar a las botas que uses. Especialmente si alternarás entre distintos tipos de botas, por ejemplo si buceas con traje seco en invierno y húmedo en verano.
- Si no tienes claro qué tipo de aletas elegir, lo mejor es optar por unas aletas regulables de alguno de los modelos más “estandar”. Estos modelos son los más utilizados y se adaptan bien a prácticamente cualquier buceador y entorno.
- Las aletas de talón cerrado también pueden llevarse con un fino calcetín de neopreno o incluso uno normal de algodón. De esta manera, evitarás rozaduras y ajustarán mejor, pero debes tenerlo en cuenta al elegir tu talla.
Si has leído esta guía completa, espero que tengas un poco más claro cómo elegir tus aletas y si aún tienes alguna duda, ¡deja un comentario!
Un trabajo excelente
Muchas gracias Lluisa!