El regulador de buceo es uno de los componentes del equipo por el que más cuesta decidirse.
Y esto se debe, además de al precio, a la gran variedad que hay en el mercado y a las diferentes características técnicas, que muchos buceadores no terminan de comprender del todo.
Sin embargo, el regulador es posiblemente la parte más importante de tu equipo, ya que tu vida depende de él, literalmente. Así que es importante entender un poco sobre él.
Si además tienes en cuenta que los reguladores modernos pueden durarte toda la vida, con un mínimo mantenimiento, su elección es una de las más importantes a la hora de completar tu equipo.
Por ello hemos creado esta guía, donde puedes encontrar todos los componentes y características explicados en detalle, para que entiendas qué te hace falta concretamente a ti.
Y es que, el mejor regulador es aquel que se adapta exactamente a lo que tú necesitas.
El regulador de buceo
Partes de un regulador de buceo
Vamos a explicar brevemente las partes más importantes de un regulador de buceo y su función:
- Primera etapa: Es la pieza que se conecta directamente a la botella. Se encarga de realizar una primera reducción de presión, de alta presión a presión intermedia. Además, distribuye el aire (u otro gas) a los distintos latiguillos.
- Segunda etapa: Es la parte que el buceador se pone en la boca para respirar. Reduce el aire de la presión intermedia a la presión ambiente y se lo proporciona al buceador a través de la boquilla.
- Segunda etapa alternativa u “octopus”: Es otra segunda etapa que se lleva por seguridad, ya sea para el buceador o un compañero. Por esta razón suele ser de color amarillo, para que sea más visible.
- Latiguillos: Cada una de esas “mangueras” que conectan los componentes. Son adecuadas para las altas presiones y pueden ser de distintos revestimientos y colores.
- Manómetro: Sirve para poder conocer en todo momento la presión del aire que hay en la botella, imprescindible para tu seguridad. Normalmente, se vende por separado del regulador y lleva un latiguillo de alta presión.
- Latiguillo de baja presión: Es el latiguillo que se conecta al chaleco para permitir inflarlo con el aire a presión de la botella. Este se incluye con la compra del chaleco habitualmente y se debe añadir a la primera etapa.
¿Comprar o alquilar tu regulador de buceo?
Al ser uno de los componentes más caros del equipo de buceo, suele ser de los últimos en adquirirse cuando un buceador completa su equipo y muchos optan por alquilarlo cada vez que bucean.
Es cierto que, si buceas muy ocasionalmente (2-3 veces al año) y sueles hacerlo en viajes, puedes salir adelante con un regulador alquilado en el centro de buceo. Eso sí, es muy importante que sea un centro de confianza y asegurarte que sus reguladores estén bien mantenidos y limpios.
Por otro lado, la tranquilidad y comodidad de tener tu propio regulador no tiene precio. Pues sabrás que funciona perfectamente y no tendrás que compartirlo con nadie, especialmente importante en estos tiempos.
Además, hoy en día no es necesario irse a precios elevados para tener un buen regulador, pudiendo encontrar sets completos por precios en torno a 300 €.
Por tanto, la elección debe ser tuya, en función de tu experiencia, la frecuencia con la que buceas y tu bolsillo.
Si ya estás decidido a comprar el tuyo y buscas los mejores modelos, no te pierdas este artículo:
Primera etapa de un regulador de buceo
Vamos a hablar en detalle de la primera etapa, los tipos y las características que se pueden encontrar:
De pistón o de membrana
Según sea el funcionamiento interno de la primera etapa, esta puede ser de dos tipos:
En las primeras etapas de pistón, la presión ambiente se transmite mediante un pistón de metal que se mueve en el interior contra un resorte.
En las primeras etapas de membrana, existe una membrana de goma flexible que se encarga de transmitir la presión contra una válvula.
Primera etapa de pistón Aqualung Primera etapa de membrana Apekx
En general, las de pistón tienen menos componentes en su interior y un funcionamiento más simple, lo que facilita su mantenimiento y reduce posibles fallos.
Por otro lado, las de membrana tienen la ventaja de que esta actúa como sellado entre las distintas cámaras del interior, lo que protege de la entrada de sal y posible corrosión.
Ambos modelos son perfectamente capaces de darte todo el aire que puedas necesitar y no notarás ninguna diferencia al usarlos. En la mayoría de los casos es más una decisión personal.
Conexión DIN o de Estribo
Según el tipo de conexión entre la primera etapa se distinguen dos tipos:
En la conexión tipo DIN, la primera etapa se enrosca directamente en la válvula de la botella. Es la más utilizada en Europa.
En la conexión de estribo, también conocida como internacional, el ajuste se realiza mediante un tornillo y una abrazadera (o estribo). Es la más común en otras zonas del mundo.
La conexión DIN tiene la ventaja de tener menos volumen y de poder soportar mayores presiones por lo que es la preferida para buceo técnico. Además, la junta tórica se encuentra en el regulador, mientras que en una conexión internacional esta se encuentra en la botella.
La gran mayoría de reguladores del mercado se pueden encontrar con los dos tipos de conexión, por lo que la decisión depende del tipo de buceo que realices, del lugar y de tu preferencia personal.
Por último, decir que existen adaptadores para poder conectar un regulador DIN en una botella con válvula de tipo estribo y viceversa.
Compensada y sobre compensada
En las primeras etapas simples o “no compensadas” el flujo de aire hacia el buceador varía en función de la presión en la botella y la profundidad, mientras que en los compensados el flujo es siempre constante.
Esto se traduce en que en los reguladores no compensados proporcionarán un menor flujo de aire cuando la botella está casi vacía o te encuentres a mucha profundidad. Esta diferencia es muy ligera, pudiendo ser casi imperceptible, excepto en usos muy exigentes del regulador.
Como puedes imaginar, las primeras etapas compensadas son más caras, pues son algo más complejas y poseen más piezas en su interior.
Por último, están los modelos “sobre” compensados, en los que el rendimiento y flujo de aire no solo no disminuye, sino que aumenta con la profundidad. Esto garantiza un mejor funcionamiento en buceos muy profundos y contrarresta el aumento de la densidad del gas.
Número de Puertos
Cada primera etapa tiene una serie de puertos o salidas:
Puertos de alta presión: En ellos se puede conectar un manómetro o transmisor de presión, para conocer la presión de la botella. Lo habitual es que haya uno o dos.
Puertos de baja presión: En ellos se conectan las segundas etapas o latiguillos para inflar el chaleco o el traje seco. Lo normal es que haya cuatro, incluso cinco en algunos reguladores de alta gama.
Sellado medioambiental
Algunas primeras etapas tienen un sistema de sellado que evita que el agua entre en contacto con las partes internas. Esto es más común en las de tipo membrana.
La principal ventaja es que evita la acumulación de sal y contaminantes en el interior y además previene posibles problemas de congelamiento, si buceas en aguas muy frías.
Es una característica siempre conveniente, pero que también supone un añadido al precio final.
¿Pensando en continuar tu formación de buceo?
¡Infórmate bien con nuestra guías completas!
Segunda etapa de un regulador de buceo
Las especificaciones más importantes de una segunda etapa son:
Compensada o no compensada
En la segunda etapa también es posible incorporar un sistema interno que “compensa” las presiones. Las ventajas son similares a la primera etapa compensada, haciendo que el flujo de aire sea siempre constante, independientemente del aire restante en la botella y la profundidad.
Botón de purga
Las segundas etapas tienen un botón, habitualmente en la parte frontal, para abrir el flujo de aire. Como ya sabes esto se usa principalmente para vaciar de agua el regulador.
Existen distintos tipos y diseños, por lo que es importante que el que elijas te resulte fácil de localizar y pulsar, incluso con guantes.
Ajuste “Venturi” o dive/pre-dive
La mayoría de segundas etapas incorporan un ajuste del “efecto Venturi”. Esto es una pequeña palanca con dos posiciones, marcadas con +/- o dive/pre-dive, según el modelo.
El movimiento de esta influye en la dirección del aire en el interior, lo que hace que en el modo “dive” el esfuerzo para respirar sea algo más suave. Por el contrario, es más propenso a entrar en flujo continuo, por lo que es mejor activarlo bajo el agua únicamente.
Es ideal tener este ajuste, para poder respirar cómodamente bajo el agua y evitar flujo continuo en la superficie o al saltar del barco.
Ajuste del flujo de aire
Otra posibilidad de ajuste en la segunda etapa es el control del flujo, que se realiza mediante una pequeña rosca que regula un muelle interno.
Con ello se tiene control sobre el esfuerzo necesario para respirar del regulador, pudiendo ajustarse durante el buceo, de manera que sea óptimo a profundidad.
Aunque no es una característica imprescindible en un regulador, puede ser útil en buceos profundos o especialmente exigentes.
Boquilla
Un elemento muy importante para la comodidad del regulador en la boca es la boquilla, que viene en distintos modelos según el regulador. Aunque suelen venir con una buena boquilla, esta podría no ser especialmente cómoda para ti.
Sin embargo, es una pieza fácilmente intercambiable por el usuario y es necesario reemplazarla cada cierto tiempo a medida que se va rompiendo. Lo ideal es que encuentres la boquilla que se adapte bien a tu mordida o también puedes comprar boquillas moldeables, para darle exactamente la forma de tus dientes.
Bigotera
En la parte baja de la segunda etapa están los orificios por donde salen las burbujas, dirigidas mediante una “bigotera”.
Esta también está disponible en distintas formas y tamaños, facilitando en algunos casos que las burbujas no se dirijan hacia la cara del buceador, algo muy cómodo.
Otras consideraciones de un regulador
Latiguillos
En cuanto a los latiguillos que conectan la primera y las segundas etapas, también existen distintos tipos y tamaños. Los más tradicionales son de goma mientras que los más modernos son de nylon trenzado o “miflex”, algo más flexibles y ligeros.
Pueden ser de diferentes longitudes, aunque originalmente vienen con una longitud estándar y puedes cambiarlos para adaptarlos al tipo de buceo que realices.
Además, es posible encontrarlos en diferentes colores, siendo lo habitual amarillo para la segunda etapa alternativa y negro para el resto.
Peso
Hay grandes diferencias en el peso de los reguladores, especialmente las primeras etapas. Si usarás tu regulador habitualmente en viajes de buceo, este puede ser un punto también a tener en cuenta.
También puedes encontrar algunos reguladores específicos que están diseñados para ser más ligeros y compactos, más fáciles de transportar.
Uso con nitrox
Si estás planeando usar tu regulador con nitrox o aire enriquecido, es necesario que el regulador esté preparado para ello.
La mayoría de reguladores vienen de fábrica preparados para usar con nitrox hasta un 40 % de oxígeno. Para una mezcla con más oxígeno sería necesario un regulador específico o que haya sido limpiado especialmente para ello.
En qué debes fijarte para elegir tu regulador de buceo
Ahora que ya conoces las características más importantes de los reguladores, lo mejor es que decidas cuáles son necesarias para el tipo de buceo que realizarás.
Existen además otras consideraciones generales en las que fijarse:
Confort
Al igual que con el resto del equipo, uno de los puntos más importantes es que sea cómodo. Y en el regulador esto se traduce principalmente en que te haga la respiración lo más fácil posible, parecida a una respiración normal.
Precio
Si estás ajustado en el presupuesto, puedes comprar un regulador de gama baja-media. Como hemos comentado, hay algunas características que incrementan el precio y que no tienes por qué necesitar.
Por otro lado, invertir en un regulador de gama alta te puede dar beneficios a largo plazo y muy posiblemente incluso te salga más barato a la larga.
Mantenimiento del regulador
Hay que tener en cuenta que un coste importante en un regulador es su mantenimiento periódico. Este debe realizarse una vez al año como norma general, aunque también depende de cuánto bucees.
Normalmente, cuanto más de alta gama sea el regulador, más complejo será su diseño y más caro su mantenimiento. Además, debes asegurarte que tendrás una tienda o centro cercano para realizarlo, especialmente si vives en el extranjero. No será un problema si compras un regulador de alguna de las principales marcas.
El precio de un servicio de mantenimiento de un regulador completo suele oscilar entre los 60 y los 100 €.
Consejos finales para elegir tu regulador de buceo
- Si quieres ahorrar algo en tu presupuesto, busca sets completos. Lo más habitual es encontrar primera + segunda etapa como un pack, a lo que debes añadirle una segunda etapa alternativa y un manómetro, que se compran por separado. Sin embargo, es habitual que las tiendas vendan sets completos (excepto latiguillo de inflado), que resultan más baratos y están completamente montados.
- Compra el mejor regulador que te puedas permitir. Ten en cuenta que, si por ahorrarte 50 o 100 € vas a necesitar una nueva compra dentro de un par de años, al final te habrá salido más caro. Además, si cuidas bien de tu regulador, te durará muchos años, por lo que merece la pena la inversión.
- Piensa en el tipo de buceo que realizarás en el futuro a la hora de comprar. Por ejemplo, si vas a realizar buceo en aguas muy frías necesitarás un regulador apto para ello. O si te interesa usar un transmisor de la presión del aire al ordenador, necesitarás un regulador con dos puertos de alta presión. Si no lo tienes en cuenta, necesitarás cambiar de regulador dentro de un tiempo… es decir, más gasto.
- No compres un regulador de segunda mano si no sabes lo que estás comprando. Adquirir un regulador usado es una buena manera de ahorrar dinero y en muchos casos con realizarle un servicio de mantenimiento funcionará perfectamente. Pero es importante que tengas un buen conocimiento sobre lo que estás comprando y su estado interno, o que consultes con un conocido o profesional.
Si has leído esta guía completa, espero que tengas más claro todos los puntos importantes a fijarte a la hora de pensar en adquirir tu regulador.
Si aún tienes alguna duda… ¡pregúntame en los comentarios y te echo una mano!